Eran otros tiempos y durante la campaña de recolección, tenían que cargar las aceitunas en burros y grandes tinajas para transportarlas hasta los pueblos vecinos, donde se encontraban ubicadas las almazaras.
Una vez allí, eran trituradas en los molinos de piedra con el fin de obtener una pasta que posteriormente se introducía en una prensa y de este modo surgía el tan preciado aceite de oliva.

Actualmente, esos campos han sido heredados por Dani e Iván, nietos del tío Paco, y han empezado a producir aceite con la misma artesanía de la que hacían gala sus antepasados.

UNA HISTORIA QUE EMPIEZA HACE MÁS DE 200 AÑOS

Para hablar de la historia de Oli de Filaters tenemos que viajar atrás en el tiempo, más concretamente a las comarcas de l'Alcoià y el Comtat en la Provincia de Alicante, a un entorno único donde sus montañas crean un valle circular donde se produce un microclima muy peculiar.

En estas dos comarcas, en el siglo dieciocho, alrededor del 85% de la población se dedicaba a dos profesiones ancestrales (5.000 a.C.), fabricar hilo y producir aceite.

Un par de siglos más tarde, sobre 1950, Francisco Prats, más conocido como

“el tío Paco”, padre y abuelo de los actuales fundadores de este proyecto, fundó junto a unos amigos una cooperativa de reciclaje textil.

Dicha cooperativa se hizo rápidamente con un puesto privilegiado en el mercado del sector y sigue siendo un referente a día de hoy.

Por otro lado, “el tío Paco” empezaba junto a su padre unos trabajos de replantación de olivos en los distintos campos que tenía en propiedad la familia por aquel entonces.

Para ello, cuentan con la ayuda de almazaras que incorporan sistemas de molturación mucho más modernos y pueden extraer más cantidad de aceite de la que se sacaba antiguamente. También lo extraen de un modo mucho más controlado y limpio, el cual garantiza la calidad de todos los aceites de oliva virgen extra que producen.

Es por todo lo anterior que este proyecto recibe el nombre de

Oli de Filaters, en un pequeño homenaje

que le quieren dar a todas esas personas de estas dos comarcas que durante casi 300 años han tenido relación directa con estos dos oficios, que tanto han aportado a nuestra historia y que a tantas familias han mantenido.

Y por supuesto, a su querido abuelo, que sin saberlo ha sido la inspiración de sus nietos para crear este bonito proyecto.